Hoy pensaba caminar poco, pero no ha sido así. De mañana he tomado, que no cogido, la Avenida Puyrredon y he ido caminando hasta el final, unos 3.700 números. Detrás del Cementerio de La Recoleta hay una sucesión de parques, Thais, Plaza Francia, Plaza Albear, Plaza Uruguay, Plaza Naciones Unidas con un monumento singular y grandioso, La Flor. Así hasta llegar al más grande, denominado 3 de febrero. Son todos magníficos, con hermosos árboles y monumentos. Kilómetros de parques.
De esta forma he llegado al Hipódromo, donde pensaba ver las carreras y apostar unos pesos. Pero nada, hoy no había carreras. El próximo sábado será, que se corre El Gran Premio Nacional. Lo veré.
En cualquier caso, ha valido la pena. Los parques son magníficos y están razonablemente cuidados.
El regreso lo he hecho en metro. En el metro continuamente te venden cosas, te cantan, te piden... Pero hoy se me ha quedado en la memoria la imagen de un chico de unos diez años que vendía una tarjeta con las líneas del metro; ponía, por escrito, que era para comer. Lo hacía con seriedad, con dignidad, con hábito, pero con una tristeza infinita. Me ha recordado, en el físico, a algún alumno de los que he tenido. Podría describir algunos sentimientos que han aparecido por mi cabeza, pero solamente escribiré: ¡Sin comentarios!
hola don jlhpradas,muy bonitas las fotos, hoy me han hablado de ti en mi pueblo, les da mucha pena que ya no puedas darle clase a su nieto, ya les he hablado de tu aventura bonaerense, !como te lo pasas! yo ya tengo mi contrato de relevo, estoy a la espera de la confirmación por parte de la ss.disfruta a tope. un abrazo mcarmen
ResponderEliminarGracias Mari Carmen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Saludos a Miguel Angel.